jueves, 1 de noviembre de 2012

Radio Reportaje

Trabajo Práctico

Autores: Camila Guirado, Agustina Martínez, Nayla Martínez, Diego Petruszynski, Gilda Ratti
Cátedra: Teoría y Técnica del Periodismo Audiovisual I
Tema: Radio-reportaje: Rutina de un diario papel
Consigna: Realizar un radio-reportaje de 12'
Presentado: 11-2012

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Nuevo Periodismo

Trabajo Práctico

Autores: Facundo Mongelós y Diego Petruszynski
Cátedra: Teoría y Técnica del Periodismo Gráfico II
Tema: Artículo de tésis - Relación de los libros A sangre fría (Truman Capote) y Operación Masacre (Rodolfo Walsh) con el Nuevo Periodismo
Consigna: Estilo libre. Título y cuerpo de 85 a 115 líneas.
Presentado: 28-09-2012
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Es sólo una cuestión de actitud

El nuevo periodismo no es un género ni un estilo. Es, en todo caso, una etiqueta, que pretende calificar a todo aquello que no es ni viejo, ni periodismo. El nuevo periodismo como género no existe, sencillamente porque las categorizaciones que se hacen de literario por un lado, noticioso por el otro, en él se diluyen. Es tanto crónica, como cuento, como diario íntimo, como poesía en prosa. Es una mixtura de estilos, como la vida misma; es ante todo una actitud para contar algo.
Cuesta precisar cuándo surgió, cuándo se manifestó, cuál fue la piedra fundamental de esta rebelde forma de expresarse a través de las letras. Cuesta no porque no haya precisiones acerca de las primera publicación, del primer autor; cuesta precisamente porque no hay precisiones acerca de qué es el nuevo periodismo.
Más allá de ello, a la distancia, la pugna que en muchos ámbitos del periodismo académico se da es entre dos autores, y dos obras, que se parecen en ciertas concepciones en cuanto al uso de la palabra, pero que difieren radicalmente en otros. Para los argentinos, y hasta para muchos hispanoparlantes, Rodolfo Walsh inauguró el pseudogénero del nuevo periodismo con su serie de crónicas Operación Masacre, publicada en 1958. Mientras, para los estadounidenses y angloparlantes (por lo tanto, la versión hegemónica), cita a Truman Capote con A sangre fría, como la irrupción de la literatura, tan libre y tan “artística”, en el la trinchera de la lucha diaria del periodismo.
Vale decir que las intenciones, en ambos casos, eran distintas, pero los efectos y las repercusiones de ambas obras fueron similares: ocasionaron una revolución en las letras de todos los calibres.
Capote, como periodista, fue quizás uno de los más grandes escritores de la profesión. En tanto Walsh, a la inversa: como escritor, se transformó en ícono del periodismo. Pero lo que une a estos dos hombres de letras es sin dudas la rebeldía, la búsqueda y la perseverancia de hacer algo distinto, de fugarse por las aristas de una estructura rígida, de los cánones y por qué no de los cajones de los géneros literarios y periodísticos del momento: la novela, la crónica, la noticia, el cuento.
Y a esa rebeldía, a esa inconsistencia teórica, a ese pragmatismo puro y libertario, los “expertos” han denominado Nuevo Periodismo.
Le pusieron “nuevo”, aunque este término no sea del agrado de todos. El periodista y escritor -prestigioso en ambos fueros- estadounidense Tom Wolfe señala en su ensayo El nuevo periodismo (1973) que “Todo movimiento, grupo, partido, programa, filosofía o teoría que pretenda ser 'Nuevo' no hace más que pedir guerra”1, y añade que este pseudogénero “No era un 'movimiento'. Carecía de manifiestos, clubs, salones, camarillas: ni siquiera disponia de un café donde se reunieran los fieles, desde el momento en que no existía credo ni fe”2.
Claro, es que el nuevo periodismo fue una “etiqueta”, como bien lo define Wolfe, que se le agregó después a esas rarezas literarias, a esas incongruencias periodísticas, híbridos de realidad objetiva y adornos ficcionales que comenzaron a aparecer con mayor frecuencia en los periódicos a partir de los años '60.
¿Qué tienen de periodismo? Pues que son noticias. El nuevo periodismo se basa en hechos reales, en hechos noticiosos, en sucesos que ocurren de verdad y que pueden salir en los diarios como una crónica, una nota breve o como un artículo de interpretación. ¿Pero qué tiene de diferente? Que el nuevo periodismo no se queda en el qué, cómo, cuándo y dónde, ni mucho más el por qué y el para qué; preguntas clásicas con las que se vienen construyendo las noticias desde hace siglos. En el nuevo periodismo el autor toma protagonismo, forma parte de la historia, actúa e interviene. El “Yo” no es pecado tácito porque la arrogancia sopesa con la rigurosidad del compromiso.
Además, el nuevo periodismo va más allá, ve más allá. Indaga el subconsciente del personaje, indaga sus gustos, sus aspiraciones, sus deseos. Pero cómo indagar allí donde la mente de uno no logra penetrar: la mente del otro. Pues allí es donde entra en juego la novela, la literatura. No es invento, es intuición puesta en juego y con firma.
En todo aquello en lo que el periodismo no logra penetrar, la literatura aporta “las herramientas” para sumergirse. Con adornos, con giros, con metáforas y descripciones atrapantes, el nuevo periodismo al ser leído, deja una sensación de placer y de satisfacción por lo estético, pero también de incertidumbre: ¿Esto pasa realmente?
Allí es donde cabe hacer la contextualización: poner al nuevo periodismo y a los años '60 -fines de los '50- en su lugar. Y ese lugar es el de la revolución de todo. Desde la moda, la música, las palabras, los diseños, las interpretaciones, las ideologías, la política, todo se puso en duda, se cuestionó, se re-evolucionó. En distintas partes del mundo, con diferentes disparadores.
Vale señalar que a Capote, la rebeldía la despertó su propio ego y arrogancia: él creía y estaba convencido de que podía hacer algo más allá de lo ya hecho. Y vaya si lo hizo. En Walsh, mientras, el disparador fue la culpa, el “insulto” como lo describe él en los primeros párrafos de su obra que, en definitiva, fue la reivindicación política de los sucesos que describió.
Sin embargo, ninguno de los dos fue nuevo periodismo puro y categórico como hoy se lo entiende y se pregona. Capote escribió una novela de no ficción y Walsh una crónica “increíble”.
El nuevo periodismo pretende ser el híbrido que permite a los periodistas llamarse escritores, como si por algún momento no lo hayan sido. Tan enclaustrados estaban los artistas de las letras por un lado y los trabajadores de las letras por el otro que seguramente en un momento la discordia se iba a presentar.
Lo de Capote fue metódico, planificado, sesudamente perfeccionado, no solo porque Capote era un extravagante sino porque estaba escribiendo una novela. Una novela extraordinaria, sí, pero que tenía como fin cambiar el mundo literario. A sangre fría es un manifiesto artístico, fundacional de una nueva forma no solo de escribir, sino de comprometerse con la escritura.
Pero Walsh, mucho antes, había incurrido en esto de “novelar” la noticia, pero con el fulgor del periodismo. Las crónicas de Walsh, luego hiladas en un libro, fueron hechas para ser noticia, para generar cambios, para salir al combate en un mundo injusto, un mundo real, como lo hace -o debe hacerlo- el periodismo día a día. Y Walsh le aportó a ese realismo una cuota de adorno, de calidad en la pluma que dejó picando esa pelotita de la molestia, la incomodidad en la moral, una cachetada a la indiferencia. Operación Masacre es un manifiesto político.
Con este basamento, con esta valentía de hacer lo que otros no hicieron, la rebeldía discurrió sola, por la literatura y por el periodismo, dos claustros simplonamente separados. Los periodistas, considerados hasta entonces literatos inferiores, comenzaron a notar el valor de la estética, del calor en las palabras. No es lo mismo la crónica fría de un hecho policial por ejemplo, que la crónica literaria caliente, comprometida con lo que describe y asegura y comprometida así con el mundo, con cambiar el mundo.
Por lo tanto, hablar de nuevo periodismo como un género, como una categoría o forma literaria, es perder el tiempo. Porque el nuevo periodismo va más allá de una estructura -es más, es una desestructura- o de cumplir con ciertos requisitos; es la actitud del autor frente al papel y su compromiso con el mundo en el que vive, al que observa y del que es observado.


1- El nuevo periodismo (1973), Tom Wolfe, por Editorial Anagrama, Barcelona (1976), traducción de José Luis Guarner. Página 38
2- Op. Cit.

lunes, 9 de julio de 2012

Investigación de Denuncia - Gráfico II


Trabajo Práctico

Autores: Facundo Mongelós y Diego Petruszynski
Cátedra: Teoría y Técnica del Periodismo Gráfico II
Tema: Investigación de Denuncia - Condiciones de estudio en ComTuLab - UNNE
Consigna: Estilo libre. Título y bajada. Cuerpo de 135 a 165 líneas. Un texto anexo de 25 líneas y otro con cinco citas testimoniales. Tres fotos con epígrafe y crédito y una infografía.
Presentado: 06-07-2012
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Comunicación, Turismo y Laborales

La UNNE precaria

Falencias edilicias e institucionales dificultan el correcto proceso de enseñanza y aprendizaje. Mientras, lo que se promete como una solución en realidad puede traer nuevas complicaciones. Quejas y expectativas acerca de una realidad y un proyecto superador.

La carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) que funciona en la ciudad de Corrientes, está dividida en dos sedes, una por calle San Juan al 400 y otra por avenida Sargento Cabral 2131. Ambas están separadas por doce cuadras una de otra, y se comparten además con otras dos carreras –Relaciones Laborales y Tecnicatura en Turismo- de facultades diferentes pero que a su vez esas facultades tienen sedes centrales en provincia. La precariedad con la que se llevan a cabo la formación universitaria, no desde el punto de vista académico sino desde lo institucional, es un problema al que estudiantes y docentes se enfrentan día a día.
Entre las tres carreras, circulan por ambas sedes más de 2.200 estudiantes, a los que hay que sumar docentes, bedeles y personal administrativo.
Según el Licenciado Eduardo Torres Carmagnola, “para poder enseñar y aprender, tienen que estar dadas todas las condiciones necesarias, y una de esas condiciones es que el edificio sea para eso, para enseñar y aprender, que posibilite el aprendizaje, más en una universidad”. Al respecto, tanto estudiantes, docentes y no docentes consultados para esta investigación, manifestaron que los edificios de ambas sedes tienen grandes falencias para cumplir con esos requisitos de enseñanza-aprendizaje.
Por otra parte, el año pasado se anunció la construcción de un nuevo edificio en el predio de avenida Sargento Cabral 2131, por parte del rectorado de la Universidad, para albergar a las carreras del antiguo ComTuLab (Comunicación, Turismo y Laborales). Pero, este proyecto, según la información recolectada, aparentemente no cumpliría con todos los requerimientos para cubrir las necesidades específicas de cada una de ellas.
Las tres carreras, hasta el 2010, dependían directamente del Rectorado de la UNNE. Durante años existió el anhelo de muchos integrantes de las mismas para crear una facultad que las agrupe. Sin embargo, el Profesor Sergio Pérez, opinó que “hubo una cuestión de egoísmo sobre no haber logrado consensuar una propuesta común para apostar a una Facultad de Ciencias Sociales”.
Pérez agregó que “siempre se fundamentó que la Facultad de Derecho tiene el título de ‘Políticas y Sociales’ por eso no se quiso aparentemente crear una facultad específica de Ciencias Sociales”. Sin embargo, una fuente que pidió no ser revelada, confesó que los motivos por los que no avanzó la propuesta de crear una facultad común fue la falta concordancia entre las autoridades de las tres carreras.
En cuanto a la situación actual, se pueden hacer dos análisis, partiendo de dos ejes que en definitiva se relacionan entre sí. Un aspecto a considerar es el edilicio y sus falencias, y el otro referido a la organización o falta de la misma.
La Licenciada Karina Parras, Jefa del Departamento de Comunicación Social, explicó que “el primer inconveniente tiene que ver con el hecho de que estamos divididos en dos sedes, dos espacios”. Eso genera problemas tanto en lo administrativo como en el desarrollo de actividades académicas.
Luís Lascirignola, miembro la agrupación Franja Morada que conduce el Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades, habló de que muchas veces es “más productivo” iniciar los trámites en Resistencia, sede central de las facultades, que iniciarlos en San Juan. Del mismo modo para retirar documentación como certificados de regularidad. Lascirignolo ejemplificó acerca de las notas: “En San Juan juntan dos días las notas y las mandan para acá (Resistencia). En cambio cuando entran a la mañana acá, a la tarde llegan donde corresponde”. Los problemas que esto genera se ven reflejados, por ejemplo, al momento de rendir exámenes finales, ya que el sistema informatizado por el cual los estudiantes se inscriben, los registra como “libres” cuando en realidad han regularizado las materias.
Otro inconveniente que se genera es debido a la distancia entre las sedes. A pesar de que las materias de un mismo año intentar seguir una coherencia horaria, cuando un estudiante debe cursar materias de años diferentes, en horarios correlativos y en sedes distintas, se dificulta el cumplimiento de las responsabilidades, además del costo en transporte para aquellos que tienen la posibilidad de acceder al mismo.
Torres Carmagnola, cuya tesis de grado se basó en la importancia de la imagen de la institución en la formación del profesional, señala que dos sedes generan dispersión. “En una sede deberían encontrarse todos los estudiantes, de primero a quinto año, porque los de tercero, cuarto o quinto, transmiten la historia y la cultura de la institución”. Torres Carmagnola hace referencia a que en la carrera de Comunicación Social se cursan los dos primeros años en la sede “Cabral” y el resto en “San Juan”. El licenciado añade que “no hay punto de encuentro, de discusión”, necesarios ya que “es ahí donde la cultura se va transmitiendo, los valores se van incorporando, uno pertenece a. Se genera esa relación entre los alumnos más avanzados con los más jóvenes; y que los más grandes, ya en el campo laboral, puedan servir de nexo que permita la interacción con el ámbito profesional”



El hecho de que haya tres carreras de tres facultades distintas compartiendo un mismo espacio, genera dificultades a la hora de organizarse para el mantenimiento y la prestación de servicios. Según una fuente de la carrera de Relaciones Laborales, la facultad de Economía es la que más aporta en insumos para las tres carreras. “Humanidades se hace cargo de material de limpieza, pero el papel higiénico, las resmas, biromes, cartulinas, todo eso lo pone Económicas”. Al mismo tiempo denuncia: “Arquitectura, es decir, Turismo, no aporta nada”. Fuentes del Centro de Estudiantes de Humanidades, que tampoco quisieron que se los identifique, corroboraron esa información, mientras que desde la Facultad de Arquitectura no se recibió respuestas.
La carencia de productos básicos de higiene como, como el papel higiénico, es una constante según denuncian varios estudiantes de las tres carreras. Pero también destacan que no es por falta de voluntad o profesionalismo por parte del personal de bedelería, sino porque las facultades no envían recursos. Un bedel también corroboró la información.
Con respecto al estado actual de las sedes, la sede ubicada en calle San Juan (o avenida Italia) número 434, es una casa antigua que la UNNE alquila y pretende cumplir con las necesidades de un establecimiento educativo.
Como describió la Licenciada y profesora Amelia Presman, en la casa de San Juan 434 “no hay conexiones internas, permanentemente hay que transitar por la vereda que es muy angosta y tiene mucho tránsito vehicular; las aulas están en malas condiciones, tienen problemas de humedad. Por más que cada tanto se pinte, las paredes están descascaradas, los pizarrones se caen, hay problemas eléctricos; hay un aula de profesores pero no tiene la mejor ventilación ni luz; no hay computadoras para los docentes ni tampoco para los alumnos”.
“San Juan”, como se la llama, es una casa adaptada posee cinco aulas. A dos de ellas se accede por un pasillo del ancho de dos personas, por el que también se accede a la fotocopiadora y a la oficina de Alumnado. Al final del pasillo hay un patio en el que se encuentran los tres baños: dos para hombres y uno para mujeres.
Ese mismo pasillo está señalizado como salida de emergencia. 
La comunicación con las demás aulas se hace a través de la vereda: no hay conexión entre ambas partes del edificio.
Karina Parras describió que “las aulas son pequeñas o no bien aireadas, no tienen aire acondicionado y por lo tanto en verano tenemos problemas para estar. Si el aula está completa de gente se torna tenso el aire”. La falta de ventilación e iluminación natural y adecuada son una constante en las aulas de esta sede, sin mencionar que hay un aula con columnas en el medio que impiden la correcta visión del pizarrón y del profesor. Torres Carmagnola lo define como “el living de una casa”, en referencia a la falta de adecuación del edificio.
La sede que se encuentra por calle “Sargento Cabral”, en cambio, presenta lo que podría llamarse un exceso de solución. “En Cabral las aulas son muy grandes, acústicamente inadecuadas, y no estan adaptadas para pasar proyección porque hay mucha iluminación”, comentó Torres Carmagnola.
Cabral posee tres aulas enormes que anteriormente funcionaron como salas de prácticas para la carrera de Odontología, que ocupó ese predio hasta que la facultad se trasladó al nuevo campus por avenida Libertad, en Corrientes. En Cabral también se encuentra el laboratorio de informática, que cuenta con 14 computadoras y asiste a los estudiantes de las tres carreras. Cada computadora debe ser usada por hasta tres estudiantes al mismo tiempo dependiendo de la cátedra. También en esta sede se encuentra el Centro de Producción Audiovisual, que ocupa un salón insuficiente para el fin destinado.
Hay que destacar que, en pleno siglo XXI, ninguna de las sedes brinda a los estudiantes un acceso Internet mediante redes inalámbricas de calidad. En el caso de la sede Cabral, el acceso por Wi-Fi se encuentra restringido por contraseña. Según fuentes de la carrera de Turismo, se apuntó a la coordinadora del laboratorio de Informática como la responsable de no brindar un acceso equitativo al Wi-Fi y de restringir ese canal en forma intencional.

Un metro de ancho. El pasillo es acceso, área de circulación y salida 
de emergencias de la sede San Juan. CRÉDITO: PETRUSZYNSKI-MONGELÓS



Proyecto en marcha
El proyecto del nuevo edificio que albergará a las tres carreras en una sola sede en el campus de avenida Sargento Cabral, fue anunciado el 30 de octubre de 2011, en un acto presidido por el rector de la UNNE, Eduardo del Valle, y los decanos de las facultades de Arquitectura, Julio Putallaz, de Humanidades, Delfina Veirabé y de Ciencias Económicas, Beatriz Monfardini de Franchini.
El nuevo edificio prevé solucionar los problemas de infraestructura que hoy entorpecen el correcto desarrollo de las actividades académicas. Sin embargo, profesores y directivos de las carreras de Comunicación Social y de Relaciones Laborales, se manifestaron preocupados porque sienten que no les dieron la participación que se merecen en la elaboración del proyecto.
La profesora Beatriz Castro Chans, jefa del Departamento de Comunicación Social al momento del anuncio del proyecto, comentó que respecto al mismo, no recibió consulta alguna por parte del Rectorado o de los Decanatos. Al mismo tiempo se mostró preocupada por las falencias que puede llegar a tener el nuevo edificio, considerando que es una obra de alrededor de 6 Millones de pesos a llevarse a cabo en 270 días, según palabras del Rector Del Valle al momento del anuncio.
“Sin desmerecer  y sin dejar de lado la necesidad que tenemos de las aulas tradicionales para dar clases, necesitamos avanzar en las especificidades que requerimos para las asignaturas que nosotros damos y que son específicas del área de la comunicación, como un laboratorio de producción audiovisual”, destacó Castro Chans.
En la misma línea se manifestaron todos los profesores y especialistas consultados al respecto: la necesidad de contemplar los requerimientos específicos de cada carrera.
Desde Relaciones Laborales también se precisó que tampoco fueron consultados por quienes están llevando adelante el proyecto sobre las necesidades de la carrera. También exigieron que se incluya en el proyecto un laboratorio para investigaciones sociales.


No hay papel. Estudiantes denuncian que es una constante 
en el baño de la sede Cabral. CRÉDITO: PETRUSZYNSKI-MONGELÓS



El estado actual del proyecto del nuevo edificio

A pesar de que en la presentación se estableció que la obra comenzaría en marzo de este año, eso aún no sucedió. El estado actual del expediente es que la obra ya tuvo su apertura, su correspondiente análisis y se elevó a la Comisión de Preadjudicación de Obras. En este momento está en la Secretaría de Planeamiento, detalló Elena Vega, Directora Administrativa de la Dirección General de Construcciones de la UNNE.
Al ser consultada sobre el avance del proyecto, Vega comentó que “tiene que actuar la comisión de Obras que evalúa las distintas ofertas y aconseja al rector la adjudicación”.
Sin embargo, deslizó que “se produce una situación un poco anómala” en este caso y no se está actuando en forma regular ya que “hace poco hubo una renuncia de los miembros de la Comisión de Preadjudicación y el rector tiene que decidir cómo reemplazar esos miembros”
Por lo tanto el proyecto se encuentra “retrasando un poco”, afirmó Vega. “Yo no tengo conocimiento de que se hayan nombrado nuevos miembros de preadjudicación”, comentó.
También hace poco asumió el nuevo secretario de Planeamiento de la Dirección de Obras Públicas de la UNNE, y “se está empapando de todo el mecanismo, todo el procedimiento”, señaló Vega.
Según el Arquitecto Juan Carlos Dilsizian, director de Estudios y Proyectos de la UNNE, la adjudicación debería darse en 15 días y la obra debería comenzar en no más de un mes.
Sin embargo, no supo responder a la consulta de si durante la obra se seguirán usando las aulas. Dilsizian consideró que sería inviable desde el punto de vista académico, pero eludió la pregunta resaltando la inversión que hace el Rectorado y la decisión política de llevar adelante el proyecto.



Columnas que no brindan apoyo, molestan. Las aulas de la sede San Juan no se corresponden
con los requerimientos de una casa de altos estudios. CRÉDITO: PETRUSZYNSKI-MONGELÓS




Comentan y opinan los universitarios

  • Hubo una cuestión, no sé si de egoísmo sobre no haber logrado consensuar una propuesta común para apostar a una Facultad de Ciencias Sociales.
Sergio Pérez, JTP de Teoría de la Comunicación II

  • No comparto que un edificio sea para tres carreras, ya que todo lo que se consiga para una se la quita la otra y así.
Berena Stechina, estudiante de 2º año de Comunicación Social, dirigente de Franja Morada.

  • Un lindo edificio que diga “acá funciona la carrera de Comunicación Social”, que se identifica ante la sociedad, genera pertenencia entre la gente. Cuando la imagen es buena, es positiva, habla de prestigio, orgullo, satisfacción, ayuda, beneficios, respaldo, proyecta, aporta al medio y da referencia a calidad educativa.
Lic. Eduardo Torres Carmagnola, adscripto de Taller de Competencias Comunicativas.

  • En las mesas, como no tenemos disposición de aulas, tenemos que tomar exámenes dos materias en la misma aula. Si tenemos suerte que la materia que está en la otra aula termina antes porque tiene pocos alumnos, nos cruzamos de aula. Nos asignan las mismas.
Lic. Karina Parras, Jefa del Departamento de Comunicación y profesora de Teoría de la Comunicación I

  • Muy malas, nos prometieron un edificio nuevo y todavía ni lo empezaron a construir. ¡En el baño nunca hay papel higiénico! ¡Hubo dos meses después de las elecciones del Centro y nunca más! Faltan aulas, en verano morimos de calor.
Florencia Romano, estudiante de 2º año de Comunicación Social.

miércoles, 27 de junio de 2012

Microboletín - Audio I

Trabajo Práctico

Autores: Camila Guirado, Agustina Martínez, Nayla Martínez, Diego Petruszynski, Gilda Ratti
Cátedra: Teoría y Técnica del Periodismo Audiovisual I
Tema: Pequeños formatos en radio: Microboletín informativo
Consigna: Microboletín de 2' a 3'
Presentado: 06-2012

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viernes, 8 de junio de 2012

Micro - Teoría II

Trabajo Práctico

Autores: Grupo Mate Cocido (Wilson Díaz, Agustina Martínez, Diego Petruszynski, Gilda Ratti, Romina Roselli, Belén Ucero)

Cátedra: Teoría de la Comunicación Social II
Tema: Proyecto de Comunicación - Educación
Consigna: Realizar un microboletín radial sobre el tema elegido para el proyecto de Comunicación - Educación (Basurales a cielo abierto)
Presentado: 06-2011

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sábado, 2 de junio de 2012

Micro - Audio I

Trabajo Práctico

Autores: Camila Guirado, Agustina Martínez, Nayla Martínez, Diego Petruszynski, Gilda Ratti
Cátedra: Teoría y Técnica del Periodismo Audiovisual I
Tema: Guerra de Malvinas
Consigna: Microprograma de 8' sobre un suceso del s. XX con la música como eje.
Presentado: 05-2012

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Monografía - Teoría II


Trabajo Práctico

Cátedra: Teoría de la Comunicación Social II
Tema: Nuevo Orden Mundial de la Comunicación
Consigna: Monografía de 5 carillas sobre un tema dado durante la cátedra.
Presentado: 06-2011

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El NOMIC: Un proyecto inconcluso


El Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación, fue un proyecto político orientado a desarrollar un reordenamiento en los flujos internacionales de información y comunicación.
Se originó en el contexto de las fuertes tensiones entre los hemisferios oriente y occidente producto de la Guerra Fría (entre los bloques soviético y capitalista), y fue principalmente impulsado por el movimiento de los países no alineados (MNOAL), aquellos países que no se encontraban bajo la órbita directa de alguno de los dos bloques dominantes.
Estos países no alineados, formados en su mayoría por países del denominado Tercer Mundo, subdesarrollados o en situación de dependencia, veían desprotegidos sus intereses y sus soberanías frente al poder que ejercían las superpotencias en el control de los flujos informativos, tanto en la producción como en la transmisión de contenidos, y en los ámbitos cultural y social “imponiendo así una dominación ideológica extraña a los pueblos en vías de desarrollo”1. En un principio, los planteamientos estuvieron basados en el desigual e inequitativo sistema de intercambio económico internacional, que favorecía los intereses de los países centrales en desmedro de los periféricos. Pero paralelamente se planteó también la inequidad en la participación de los flujos informativos, dominados por las industrias culturales y agencias de prensa, principalmente de origen norteamericano.
El lugar por excelencia para llevar adelante los planteamientos, denuncias y debates fue la Organización de las Naciones Unidas, y en el ámbito de la información y las comunicaciones, tuvo especial importancia la UNESCO. Dentro de estos organismos, los países no alineados representaban una cifra considerable2 –debido en parte a la incorporación de nuevos países surgidos de territorios descolonizados- y hacían valer su peso, por lo que confrontaban directamente con las potencias occidentales (EEUU y Reino Unido a la cabeza) que impulsaban el voto calificado.
Es así que este organismo, a través de su presidente Amadou Mahtar M’Bow, decidió crear en 1977 una comisión internacional para el Estudio de los Problemas de la Comunicación, que fue presidida por el político y diplomático irlandés Sean McBride. Esta comisión estuvo integrada por quince expertos de diferentes países, quienes con la ayuda de otros académicos y comunicólogos de todo el mundo, produjeron un informe detallando la situación del modelo informativo vigente, haciendo en algunos casos fuertes denuncias contra el dominio que ejercían las empresas transnacionales en el ámbito de las comunicaciones en los países subdesarrollados.
Este informe, titulado “Voces múltiples, un solo mundo” pero conocido como “Informe McBride”, en honor a su presidente, es un documento de carácter político e intelectual, y habla de las “relaciones que se establecen entre los campos de la comunicación, las relaciones de poder y la democracia”3. Finalmente fue aprobado en la conferencia de la UNESCO de 1978 y presentado en 1980.
El documento final no sólo fue un diagnóstico de la estructura internacional de medios imperante, sino que además propuso una serie de recomendaciones divididas en varios temáticas, tales como entender a la comunicación como un derecho, la implementación de políticas de comunicación para la independencia y el autodesarrollo, el acceso equitativo a las últimas tecnologías de la información y comunicación, la democratización de la comunicación, la relación entre el público y la opinión pública, y derechos, garantías y responsabilidades de los periodistas y demás profesionales de la comunicación en el nuevo espacio público.
Cabe destacar que debido a la amplitud de temas que se trataron y, especialmente, a la variedad de disciplinas desde las que se abordaron las problemáticas, la comisión no pudo ser concluyente y llegar a un consenso unánime en cuanto a conceptos básicos como los de información y comunicación, por lo que a lo largo del informe, los autores los usaron con diversos significados y matices –lo que da cuenta del pluralismo con el que fue confeccionado-. Sin embargo, en términos generales, se puede referir la comunicación como un “proceso de intercambio de informaciones, hechos, opiniones y mensajes entre los individuos y los pueblos” y a la información como un “producto, independientemente que se trate, por ejemplo, de noticias, datos y de los demás contenidos de los medios de información, de las actividades o de las industrias culturales”4.
Basados en lo que declara el informe, la UNESCO comienza a brindar apoyo para el desarrollo de Políticas Nacionales de Comunicación en los países del Tercer Mundo, orientadas a “tratar de definir flujos equilibrados de información y un mayor control nacional sobre los recursos y sistemas de difusión cultural”5.
No obstante, para cuando las pautas para el desarrollo del nuevo orden mundial se quisieron poner en marcha, la situación geopolítica en los países del tercer mundo no era la misma que cuando se redactó el informe.
Para principios de la década de 1980 se produce la llegada al poder en los países centrales del eje capitalista, de los sectores más ultraliberales -Ronald Reagan en EEUU y Margaret Tatcher en el Reino Unido-, que se opusieron abiertamente a los postulados del informe McBride, calificándolo como un “conjunto de proyectos sovietizantes”6, por lo que ambos países se retiran de la asamblea de la UNESCO (EEUU en 1984 y R.U. al año siguiente). De inmediato comienzan a desarrollar una alternativa al NOMIC basada en el libre flujo de información llamada “Nueva Estrategia de Comunicación” -que daría origen a lo que se conoce como Sociedad de la Información-, alternativa que fue adoptada por la UNESCO en la conferencia de 1989 dando así por concluido el proyecto del nuevo orden mundial de la información y comunicación.
La falta de resistencia por parte de los países del tercer mundo ante la embestida de los países centrales puede explicarse debido al proceso de fuerte endeudamiento en el que cayeron los primeros con el advenimiento del neoliberalismo, además de que en Latinoamérica (quizás la región que con más ímpetu impulsó al NOMIC) regía la “Doctrina de Seguridad Nacional”, comandada directamente desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos y que, a través de feroces dictaduras militares y represiones, intentó sistemáticamente borrar todo rastro de democratización en las comunicaciones, allanando aún más el camino para la penetración de los grandes medios norteamericanos.
Sin embargo, se pueden considerar otros motivos que atentaron contra el desarrollo de las políticas del NOMIC. Por ejemplo, la falta de correlato entre las declaraciones acerca de la problemática y las acciones concretas tomadas al respecto; la desprolijidad en el manejo del asunto por parte de los funcionarios involucrados –en su mayoría no capacitados o interiorizados en lo que se venía tratando-; el excesivo esfuerzo puesto en el modo de hacer las declaraciones, en contraposición a la acción dinámica del sistema imperante; y por último, el hecho de que la lucha por la emancipación informacional y comunicacional no llegó a la sociedad media, quedando solo en el esfuerzo de intelectuales y expertos7.
De todos modos, para la mayoría de los comunicólogos y referentes en la materia, el NOMIC, además de significar un hito en la historia de la comunicación y las relaciones internacionales, aún conserva casi intactos sus postulados. Aún así, con la incursión del neoliberalismo en los países del tercer mundo y los procesos de globalización que hicieron que muchas de las problemáticas que planteó el informe McBride no sólo sigan vigentes, sino que además se hayan exacerbado, hay que tomar en cuenta además que desde la elaboración del NOMIC a la actualidad, ha aparecido un nuevo campo de interacción y de lucha: la internet8.
Para finalizar, es necesario observar que para seguir enfrentando las problemáticas planteadas por el informe McBride hace más de treinta años, es fundamental considerar cuestiones clave como la democratización de los medios y de la comunicación a través de, por ejemplo, un servicio público (no gubernamental) eficiente de comunicación y no mediante esfuerzos de los estados o la industria por crear nuevos ordenes internacionales. Además, es necesaria la incorporación de nuevos actores de la sociedad civil, como las ONGs, en los debates acerca de las implicancias de concebir a la comunicación como un derecho, especialmente considerando el espacio público vigente en la actualidad9.

Bibliografía:

1-      Declaración de Argel del Movimiento de los Países No alineados, citado en Castro Chans, 2008
2-      96 países miembros del MNOAL en la cumbre de La Habana 1979. http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_de_Países_No_Alineados (consultado el 23/06/2011)
3-      http://es.wikipedia.org/wiki/Informe_McBride (consultado el 23/06/2011)
4-      Apéndice 3 del Informe McBride citado en Castro Chans, 2008
5-      Francisco Sierra, 2005 citado en Castro Chans, 2008
6-     http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_de_Países_No_Alineados (consultado el 23/06/2011)
7-      Antonio Pasquali, 2007
8-      Op. Cit.
9-      Alan Alegre - Sean O’Siochru http://vecam.org/article671.html