sábado, 2 de junio de 2012

Entrevista en Profundidad - Gráfico II

Trabajo Práctico
Cátedra: Teoría y Técnica del Periodismo Gráfico II
Tema: Entrevista en profundidad
Consigna: Volanta, Título y 15 líneas de introducción. Cuerpo de 135 a 165 líneas. Un texto anexo de 40 líneas de biografía novelada. Un texto anexo de 40 líneas de citas directas. Dos fotos con epígrafe y crédito.
Presentado: 04-05-2012
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Walter Disanti, periodista

“El profesionalismo es el compromiso
que uno tiene con la profesión”

Con más de quince años como profesional de la prensa pero toda una vida dedicada a la comunicación, con un pie en cada orilla del Paraná, este comunicador egresado de la vieja escuelita de la UNNE nos comenta sobre su modo de entender el periodismo en la región.
Un domingo a la tarde, con sol de otoño, fue el momento elegido para sentarnos a conversar sobre este tema apasionante. El lugar, su casa, en Resistencia. La charla fue placentera, entre mates generosos, amargos, tipo chimarrão brasileño (Walter nació y se crió en la frontera con Brasil), y Steve Wonder sonando en lo bajo, dos horas pasaron volando.


Generoso el mate, como el entrevistado, acompañó la 
charla todo el tiempo. FOTO: DIEGO PETRUSZYNSKI



A grandes rasgos, ¿cómo calificarás al periodismo de la región, en qué términos?
Podemos comparar a tres ciudades que son capitales de provincia como ser Corrientes, Resistencia (Chaco) y Posadas (Misiones). En Corrientes hay mucha producción periodística local, a diferencia de lo que pasa por ejemplo en Resistencia. En Resistencia más bien se da el la difusión de la noticia o información que viene a través de comunicados de prensa, tanto oficiales como privadas, y lo que pasa en Posadas es similar, mucha difusión y hay quizás poca producción. No es que en Corrientes esté la panacea ni mucho menos, pero hay una búsqueda que se da por la competencia entre los medios. En el caso de Resistencia hay un medio líder, totalmente consolidado como es el diario Norte, y eso achata la competencia.
Te parece digna esa comparación que se siempre se hace entre el periodismo nacional, el de Capital Federal, y el del interior.
El periodismo de Capital Federal, y hasta de medios de la provincia, no sé si es mejor, pero tiene una calidad mayor en el sentido de el periodista trabaja mejor. El periodista de Capital Federal tiene mejores condiciones de trabajo y de allí parte un factor fundamental para tener mayor calidad en su trabajo; pero eso no significa que sea mejor que un periodista del interior. El periodista de Corrientes por ejemplo, tiene un panorama amplio, un contexto mucho mejor que un periodista de Buenos Aires que focaliza, con buen criterio, en un aspecto de la información: hay periodistas especializados en judiciales, en deportes, economía, que está muy bueno y así debe ser, pero un periodista de Corrientes quizás conoce a grandes rasgos varios aspectos...
Qué sucede en las relaciones entre los periodistas y los propietarios, con qué criterios se manejan.
Son criterios distintos, porque el empresario quiere ganar y que su empresa sea una fuente de ingresos económicos, fundamentalmente. Y el periodista quiere trabajar, desarrollarse en su vocación, en lo que quiere, en lo que ama, en lo que le gusta, que es el periodismo. Estos dos intereses son compatibles, no son incompatibles, pero pasa que la relación propietarios – dueño de un medio es una relación verticalista, cien por cien; es jerárquica, donde el empresario dispone de una diferencia de fuerzas notoria a su favor. Dispone de lo que el periodista finalmente termina haciendo. Digamos, un periodista puede decidir en muy pocas veces sobre pocos temas, y hay temas que se le son impuestos, se le impone la metodología de trabajo, hasta quizás muchas veces, y lo que es más grave, la confección de esa información.
En ese sentido, ¿cómo afecta a la estabilidad del periodista como trabajador?
Es muy compleja la relación, hay muchos factores que intervienen. Por ahí una orden del propietario muchas veces no se cumple porque en los canales de comunicación entre el propietario y el periodista hay muchas -no alternativas- pero sí situaciones que juegan para que el periodista termine imponiendo su criterio sin que esto signifique que el propietario lo escuchó y reflexionó y terminó dándole la razón al periodista.
¿Por ejemplo?
Te comento una anécdota que puede ser un ejemplo: había un diario local en Corrientes donde la hora de cierre de una página estaba prevista para las 20 horas, y la página el periodista entregaba 20:10, entonces frenar la página implica poner en riesgo la edición, dificultades, riesgos económicos, porque el diario va a salir más tarde a la venta a la calle. Entonces el propietario termina dando el “OK” sin saber lo que se publica en esa página, y el periodista termina forzando una decisión con la que no estaba de acuerdo el propietario.
¿Qué cambios notás en el periodismo de la región desde que comenzaste a trabajar hasta ahora?
Distintos cambios. Por un lado, uno importante en remarcar es que hay mucha más formación académica entre los periodistas. Los periodistas que estaban hasta fines de la década del ’90 eran los “pragmáticos”, los que se formaban en las redacciones, en la radio, en la tele sin haber pasado por la universidad, o por algún curso, y hay ahora periodistas formados académicamente en universidades; eso por un lado.
¿Y por el otro?
Hay un “boom” de medios, especialmente electrónicos, a través de portales y sitios de Internet, muchísimos. Lo que lamentablemente no garantiza la calidad; no fue de la mano la aparición de la cantidad de medios electrónicos con la calidad en la profesión. Para mí la calidad no es buena.
¿Por qué?
Es un problema complejo: no es buena porque hay muchos empresarios que pusieron medios, que contrataron periodistas, porque el interés de ellos no era obtener una empresa de base periodística sino una empresa para cobrar una pauta publicitaria de un gobierno. Entonces la calidad no le importaba al propietario, al no importarle al propietario no le importaba al director, y a su vez la directiva hacia los periodistas o las condiciones de trabajo para con el periodista no eran las óptimas para tener una buena calidad de trabajo. Es decir, al periodista se le daba como trabajo la difusión de la noticia nada más, puede ser oficial, privada, -que es muy poca-, sin importarle la calidad de la información, sin apoyar el desarrollo de una buena labor periodística.
¿Qué se entiende por profesionalismo?
El profesionalismo es el compromiso que uno tiene con la profesión. A tu vocación, que puede ser captar, codificar y dar a conocer lo que para una comunidad es importante, le tenés que agregar compromiso para ser profesional. Compromiso a responder, a no solo ejercer la profesión un sólo día, en un determinado día del mes, un sólo mes, sino darle continuidad. Rescatar, desarrollar tu capacidad, y ahí darle continuidad.
Qué notás que puede ser deficiente, con respecto a la formación en la región.
Lo que yo noto es un divorcio muy marcado entre la formación académica y el desarrollo profesional, y eso me parece mal. Porque ambas instituciones como son la formación académica de un periodista, y el desarrollo profesional -hablándote como institución y dentro de ello las empresas-, deberían tender permanentes canales, nutrirse, sumar y enriquecerse entre sí. Me parece muy marcado el divorcio. Entonces, un universitario que termina la carrera, que se recibe, quizás le falta el roce profesional. Y el periodista de oficio tiene muchos vicios y errores que, teniendo una formación académica, no los tendría.
Sobre los que trabajan al mismo tiempo en el periodismo y en la comunicación institucional, con los políticos en las campañas por ejemplo, ¿es ético esto? ¿Por qué es tan común acá en la zona?
En principio yo creo que no colisiona con la ética si vos sos periodista y tenés tiempo para trabajar como difusor. El tema es que va a llegar un punto donde va a haber tensión, justamente. Una información que vos tengas y que en tu trabajo de difusión no convenga divulgarse, pero para el diario es muy rica, eso genera tensión. Hay muchísimas situaciones que se pueden dar, pero yo creo que lo importante de destacar es la responsabilidad con la cual uno trabaje. Si uno tiene esa alternativa de trabajar como periodista por un lado y como difusor por el otro, yo creo que si uno es responsable y si uno encara con responsabilidad, lo puede hacer.
Muchas veces en charlas de invitados en la universidad, nos explicaban que esto se da porque a los periodistas, como periodistas, les cuesta mantenerse, y encuentran en la comunicación institucional una fuente más de ingresos.
Por eso, exactamente. En el periodismo en general –y esto creo que es en todo el país pero en la región se acentúa y mucho-, la paga por el trabajo es poca. En muchos casos es miseria. Hay periodistas que ganan muy bien, pero en promedio no se gana bien. Entonces el periodista empieza a trabajar en otras funciones; en instituciones, empleado público...
Y se desvirtúa la labor...
...y por supuesto que se desvirtúa todo, y el rendimiento profesional decae. Lamentablemente. Pero yo lo que creo es que no es incompatible el desarrollo del periodismo con otras áreas de la comunicación como puede ser la difusión, o la docencia. Uno puede desempeñarse como periodista y ser difusor como puede ser periodista y trabajar también de docente. El tema es que uno lo haga con responsabilidad y fundamentalmente, Diego, que uno trabaje por vocación y no porque el sueldo, el bolsillo, te demande. Ese es el problema, a mi me parece. El problema de lo económico aquí se presenta como un factor preponderante y nefasto también; nefasto porque te condiciona mal, digamos.
Don Carlitos Marx siempre está metido...
Sí, lamentablemente (risas).


Walter es un amante de la música, y Steve Wonder fue la cortina 
de esta charla tan amena. FOTO: DIEGO PETRUSZYNSKI



Según algunas encuestas, por ejemplo, la gente compra el diario época, el más vendido los fines de semana, más por los clasificados y no tanto para informarse. Pero por otro lado, mientras en todo el mundo se cierran diarios papel, en la última década se abrieron al menos tres diarios nuevos en la región. ¿A qué se debe esta presunta contradicción?
Se puede decir en principio que, el surgimiento de diarios papel en la región responde a un interés empresarial, que tiene como fin el lucro económico, y que se disfraza de medio de comunicación social para... no justificar, pero sí para blanquear negocios. Se puede afirmar que un diario como época, como Norte, vende por la publicidad, por los avisos comerciales, por los clasificados; es cierto. Pero no me deja de sorprender que esto proyectado en el tiempo, a lo largo de los años, continúan, persisten. Hay algún tipo de adhesión, de complicidad social. Y en alguna medida esos medios satisfacen alguna necesidad de comunicación de la comunidad.
Se está hablando siempre de que la prensa está en discusión, en todo sentido. Pero sobre la prensa local, a veces, no se sale más de la crítica fácil de decir “es solo leer Clarín para darse cuenta que la prensa de acá escribe mal”...
Mirá, vos ponete a leer Diego los portales de La Nación de hace tres años, y tienen muchos errores. Y hay redacciones básicas, vicios, notas que leés y son muy elementales. La crisis en la profesión no es sólo acá, se da en todos lados. Ellos tienen que un tipo que te trabaja tres, cuatro días sólo para una página y acá vos tenés que hacer dos o tres páginas, y después ayudarle a algún compañero que se quedó. Es cierto, el tipo está más formado, quizás el que está en Buenos Aires está más comunicado con las últimas tendencias de la comunicación en forma permanente, no podés comparar nunca la Universidad del Salvador con la UNNE, porque tienen de todo, ¡pero yo no sé si son mejores pese a eso! ¿Entendés?
Entiendo...
Vos ves acá que los diarios tienen errores que allá no ves, y ves el gran apoyo “marketinero” que tienen. Si vos tenés diez tipos en la producción de un programa de radio, tenés que sacar sí o sí una súper producción, ¡y ellos tienen! Y acá el productor de radio es un tipo que implícitamente es un gerente de recursos humanos porque tiene que atender problemas con el locutor, le falta el movilero que se enfermó, tiene que pagar la cuenta de la luz de la radio; y allá el tipo que es productor, es productor. Él no caza el teléfono, te dice “Diego, llamame a Fulano y pautame para tal hora”, ¿entendés? Entonces, cómo ponés en la balanza la misma producción. No se puede.



De un pueblo a dos ciudades

Walter nació donde el río Aguapey hace esquina con el Uruguay, en Alvear, interior de Corrientes, frontera con Brasil. Su infancia allá por los ’70 fue de lo más intrépida y llena de aventuras, y eso se nota en el brillo de sus ojos cuando rememora anécdotas, vivencias, personajes y lugares que describe con la riqueza y la soltura que solo un comunicador apasionado consigue. Las charlas con él son siempre gustosas, porque siempre da gusto hablar con alguien a quien solo dos palabras caben para describirle: buen tipo.
En 1994 comenzó a trabajar en la prensa correntina, mientras estudiaba para recibirse de Técnico en Comunicación Social en la UNNE, en “la escuelita”, como la llamaban cariñosamente. Pero si se le pregunta cuándo se inició en el periodismo, él comenta que “la mayoría de los que estudiamos comunicación, pasa que nos gusta, y desarrollamos la comunicación ya desde siempre”.
La vida de Walter se reparte entre el Chaco y Corrientes diariamente. En Chaco porque tiene su casa, su familia, compuesta por su mujer y su hija de cuatro años (no puede contener la baba al hablar de ella), y por otro lado Corrientes, donde está su trabajo.
Nunca se olvida que sus primeros pasos en la profesión fueron por LT21 Radio Municipal Alvear, o en el semanario Impacto, también de su pueblo natal. Pero profesionalmente Walter comenzó en El Litoral, luego se incorporó a La República desde su creación hasta hace dos años cuando la empresa sufrió una profunda transformación. Actualmente se desempeña como movilero en la mañana de radio La Red de Corrientes, y a pesar de que sus capacidades dan para mucho más, todo lo que hace lo hace con empeño y compromiso. Además, confiesa, la radio es lo que más le apasiona.



Los estudiantes deberían conducir Radio UNNE

A lo largo de la entrevista se tocó el tema de las deficiencias que se pueden encontrar en el desarrollo de la profesión en la región. Walter habló de que nota “un divorcio muy marcado entre la formación académica y el desarrollo profesional”, y que eso le parece mal. Y al respecto propuso que “ambas instituciones como son la formación académica, y el desarrollo profesional, las empresas, deberían tender permanentes canales y nutrirse, sumar, y enriquecerse entre sí”.
Entonces espetó: “me parece mal la radio de la universidad no esté conducida por los estudiantes”. Es verdad que los estudiantes de Comunicación Social cuentan con espacios donde realizar algunos tipos de prácticas, pero él insistió en que “la radio debería ser conducida por la facultad”.
Enterado sobre lo que sucedió el año pasado cuando el director de Radio UNNE, Eduardo A. Del Valle, levantó del aire un programa de estudiantes de tercer año de la carrera, argumentando que se debía a que no respetaban el estilo de la radio, Disanti opinó que “la falta de estilo o la desviación del estilo, debe corregirla la propia facultad”, y remarcó: “Yo creo que esa radio debe estar conducida por una facultad de comunicación”.

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